Gestión inteligente del transporte

Introducción

Uno de los retos más importantes que trabajan para solventar los órganos competentes, y que ha de ser de conciencia social, es: «oxigenar», (con mayor repercusión en las grandes ciudades), el tráfico.

El alto impacto en el bienestar de los ciudadanos, «el orden de magnitud es directamente proporcional al tamaño de la ciudad», no sólo por la demora que acarrea en los desplazamientos. El impacto en el medio ambiente con la emisión de CO2, repercutiendo en la calidad del aire, afectando a la salud de las personas.

Más allá de intentar solventar la problemática con: educación social, buso del transporte público, mejores infraestructuras o promover el uso de los vehículos eléctricos; la tecnología debe ser medio fundamental para lograr el objetivo.

Gracias a las nuevas tecnologías: AI, IOT, Blockchain y 5G se pueden implementar soluciones que ayuden a:

1.- Gestionar de manera eficiente los semáforos, en gran medida responsables de regular el tráfico.

2.- Digitalizar señales convencionales de tráfico, y poder cambiar su propósito (en tiempo real) en función al estado de saturación de las carreteras, autovías y autopistas.

3.- Atendiendo al estado de las principales «arterias» de las grandes ciudades se modifique de manera automática (en tiempo real) la hoja ruta asociada al trayecto definido en el navegador.

Conclusiones

Debe ser algo prioritario tanto para los órganos competentes, como para la sociedad, mejorar la situación actual. El punto de partida, genera un área de mejora que da pie al optimismo.

De todos modos, unos de los mayores impactos en el tráfico vendrá de la mano de los vehículos autónomos.

Esperemos ver, más temprano que tarde, que recorrer 20 km. no supondrá más de 20 minutos. Lo que ayudará a mejorar las panorámicas, actuales, de algunas de las principales ciudades. «Boina» de Madrid:

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