Gracias a la tecnología Blockchain será posible un cambio sin parangón en la conceptualización de la identidad digital tal y como la conocemos a día de hoy.
El usuario, cuya información personal (en la actualidad) es cautiva por grandes corporaciones, será el responsable de custodiar y compartir su información personal.
Este tipo de soluciones permitirá que con una única identidad el usuario pueda acceder a los diferentes servicios, que pone a su disposición la administración pública. Desde el acceso al metro hasta la identificación en un centro sanitario.
De esperar una postura reticente de las grandes corporaciones, a prestarse a un cambio de este orden de magnitud. Perderán gran parte de la información, eje de su poder.
Ha llegado el momento de ser dueños y responsables de nuestra información privada, teniendo la última palabra y el poder de decisión para compartirla con terceros. En aras de concebir un modelo menos intrusivo en nuestra vida privada.
Gracias a este modelo podremos sacar un beneficio como consecuencia de la comercialización de aquellos datos que nosotros entendamos oportunos compartir o vender a terceros.
Sin lugar a dudas la aplicabilidad de la tecnología Blockchain para ayudar a solventar este caso de uso marcará un hito sin precedentes en la sociedad
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